El clima en Avellaneda se volvió explosivo durante el partido frente a Platense, cuando hinchas mostraron su enojo con el rendimiento del equipo mediante carteles, cánticos y hasta comida para perros que lanzaron al terreno de juego.

El estadio Libertadores de América fue escenario de un ambiente hostil y cargado de protestas por parte de los simpatizantes del club. Desde antes del pitido inicial, los hinchas dejaron en claro su malestar con cánticos, insultos y gestos simbólicos de clara desaprobación hacia el plantel.

Una de las imágenes más contundentes fue la bandera colgada en la platea alta que rezaba: “Jugadores perdedores. Respeten la camiseta”. Durante el juego, se arrojó comida para perros e incluso billetes hacia el área del equipo, en un gesto irónico de reproche hacia el compromiso de los jugadores.

Aunque el Rojo finalmente celebró una victoria por 3-0 ante Platense y cortó una racha de 15 partidos sin triunfos, la hinchada dejó claro que el triunfo “no paga” el desgaste emocional: los gestos de desaprobación continuaron incluso al momento del saludo inicial del equipo.

La dirigencia del club aparece ahora frente a una doble presión: por un lado, lograr una mejora deportiva urgente; por el otro, restituir la comunicación con una hinchada que ya expresa cansancio y exige resultados.